08 diciembre 2009

El Montañés...vinos así en un sitio como este!

Cuando yo era pequeña mis padres solían quedar mucho a comer en Fuencarral pueblo, en una zona de mesones que se aglutinaban justo en la carretera principal, donde la especialidad era el conejo al ajillo y en general la cocina castellana. Recuerdo especialmente haber ido en varias ocasiones a Casa Felipe, recuerdo asentado tal vez en mi memoria gracias al juego de jarritas de barro (de esas típicas de mesón) que tenemos en la cocina, que seguro fue obsequio de la casa en alguna de aquellas gestas familiares.
El otro día, ya por cercanía ya por nostalgia, me dejé caer por este barrio. Aparcamos la moto en la C/ Ntra. Sra. de Valverde justo en frente de Casa Felipe (que está en el nº 101). Y el sitio ha cambiado mucho, por lo menos por fuera. Yo lo recordaba más bien rústico y lo vi bastante moderno en su decoración.
A pie recorrimos la calle/carretera principal y callejeando un poco llegamos hasta el ayuntamiento. Sus casas bajas y comercios antiguos mantienen intacto su aroma a pueblo, algo curioso teniendo en cuenta su cercanía con el nuevo símbolo de modernidad de Madrid, las cuatro torres o CTBA. Algo también chocante si pensamos en el humilde origen de este pueblo, según dicen una fuente donde paraban arrieros y carros a repostar, que dignifica aún más este barrio, clave del distrito más grande de Madrid.

El descubrimiento del día fue un bar de estos antiguos, mítico en Fuencarral, situado en el número 10 de la C/ Ntra. Sra. de Valverde casi en frente del ayuntamiento. Se trata de El Montañés, con una inmensa barra en forma de "U" y amplia carta de raciones y vinos, fundado al parecer por Matilde y Jorge en el año de la tos (según reza el poema expuesto en una de las columnas del local). El local pudiera resultar a la vez rancio, cutre, original, kitsch o ecléctico según cada uno. Llama la atención la multitud de láminas de temática dispar, folios enmarcados o pegados con celo en el espejo, donde pueden leerse refranes o frases sabias del estilo "la persona que más vacaciones necesita es la que acaba de terminarlas".
Pero nada me distrae de la asombrosa carta de vinos escrita a tiza en la pizarra que hay detrás de la barra, y que he visualizado nada más entrar...
  • Lan Crianza, Protos cosecha, Viña Alcorta, Marqués de Cáceres, Viña Pomal, Cune crianza, Paternina, Viña Real... 3€ la copa.
  • Rioja cosecha, Ribera, Barbadillo y Rueda... por 1,7€ la copa.
Protos y Lan en un bar así, la verdad esto sí es una sorpresa, casi sin querer me viene a la mente esa conocida canción de Burning "Qué hace una chica como tú en un sitio como este". Tarareo la canción y visualizo en barra unas empanadillas caseras de estas que quitan el sentío nada más mirarlas. He aquí la segunda sorpresa, caseras y deliciosas de queso y atún (1€/u):Después de la empanadilla lo pienso mejor. El vino bueno me sabe más rico en estos bares. ¿Por qué asociamos "vino bueno local bonito"? Estos bares están en peligro de extinción, en la mayoría de los casos cierran para siempre cuando se jubila el dueño. Se pierde su esencia aún cuando lo reabre el nuevo, porque la tendencia es el wengué y los aires minimalistas, o el wi-fi y lo vintage. ¿Qué nos están metiendo en la cabeza?
Casa Felipe lo vi muy modernito, no sé si me atreveré a volver.

28 noviembre 2009

Entre tapa y tapa (Vol.6)...experimentos en la cocina!

Cierta persona que ha estado en Milán me ha traido Polenta para que experimente en la cocina. Buscando recetas fáciles que me sirvieran de "primer acercamiento" a esta harina/sémola de maiz, encontré en el Cocinero Fiel una idea genial para acompañar a otros platos. La verdad es que el resultado ha sido sorprendente aún sin seguir la receta al pie de la letra.

1.- Se pone a hervir agua con sal. Se vierte la polenta en la proporción indicada en el envase, de manera que quede con textura de "puré de patata espeso". Se apaga el fuego y se echa parmesano rallado para dar saborcillo a la masa.2.- Se extiende la masa en un recipiente (yo escogí uno tipo "tupper" de forma rectangular que forré con papel de horno para después facilitar el desmolde), y se deja enfriar.
3.- Cuando la masa está fría y ha endurecido un poco, se pone a calentar aceite (en casa utilizamos el del pueblo, oliva virgen extra y de excelente calidad) y se corta la masa tipo "fries". Cuando el aceite está bien caliente se fríen las tiras y se ponen a escurrir en papel de cocina. El resultado son una especie de patatas fritas, tiernísimas por dentro, cuyo sabor recuerda a los snacks de maíz.
En la propia web de Polenta Valsugana vienen unas cuantas ideas en castellano ordenas por estaciones del año. Seguiré investigando!!
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21 noviembre 2009

Tapas con Pilsner Urquell


Los días 19-20-21 y 26-27-28 de noviembre, en varios locales de MADRID y BARCELONA por cada cerveza Pilsner Urquell una Tapa D.O GRATIS.

23 octubre 2009

Toritos no, BraviTos ...pero olé y olé

Hasta ahora este era uno de mis lugares secretos.
Se trata de la Bodega Cañizares (C/de Santa Rita, entre el gimnasio y la perfumería que hace esquina con Clara del Rey), un local minúsculo todo pasillo y barra, que pasaría desapercebido si no fuera por las personas que, botellín en mano, se agrupan en su puerta. Y es que para lo pequeño que es el local es asombroso la variedad de pinchos y tapas que ofertan. Y claro, todo está tan bueno y es un sitio tan auténtico, tan "castizo", que la gente va aunque no pueda entrar.
Destaca que ponen buena tapa con la consumisión (deliciosos los mejillones en salsa), que incluso reponen si cocina se retrasa en preparar tu pedido. Pero sobre todo destaca la carta de raciones (muy bueno el pollo al cava 6,50€, y los hongos con jamón en salsa 6€), los pinchos especiales, y los BRAVITOS.
Lo suyo es ir a botellines y a bravitos, y dependiendo del antojo del momento elegir entre los bravitos "normales" (entorno a 2€) o "especiales". Estos últimos son un poco más elaborados y un pelín más caros que los primeros, pero apetecibles sólo con nombrarlos: Lomo de orza con pimiento asado, Rabo de toro con salsa caramelizada, Sobrasada ibérica con brie y miel...(2,75€). Si se va al Cañi y se va con hambre, yo recomiendo la Verbena de Bravitos (17€ ideal para dos personas), es decir un surtido de los bravitos normales que sirven en tres tandas -que no en tres vuelcos-, de manera que hasta que no terminas un plato no te ponen el siguiente.
1ª ronda: mejillones en escabeche, boquerones en vinagre con picadillo de tomate y matrimonio (anchoca+boquerón) con tomate:

2ª ronda: cabrales, ventresca con pimineto asado, bonito con morrón:

3ª ronda: jamón ibéico con tomate, paté de pato, y chorizo ibérico:

Cuando voy al Cañi siempre recuerdo con guasa cómo lo descubrí, o mejor dicho cómo "me lo descubrieron"... todo fue gracias a cierta persona que estuvo apuntada en el gimnasio de al lado y que para recuperarse del esfuerzo físico tiraba de botellines y bravitos. Menos mal que cambió de gimnasio, y lo de los bravitos es ahora algo ocasional.

11 octubre 2009

Gobolem: Tapas de calidad

Cuando uno quiere cambiar un poco el chip y alejarse del olor a fritanguilla de los bares de barrio, lo mejor es acercarse a tomar algo a un bar donde los camareros lleven corbata y sirvan con la consumición tapas de calidad.
Mi último descubrimiento, Gobolem, y es que en pocos sitios ponen una ración de mejillones al vapor cuando pides cinco cañas, o una "mini tabla de quesos" al pedir un vino...
En carta hay tapas de Judiones de la granja, Ajo arriero o Callos a la madrileña, todas entorno a 7-8€. La única pega es que la calidad se paga, en euros y en apreturas.

05 septiembre 2009

Entre tapa y tapa (Vol.5)...un poco de campo por favor!!

Lo reconozco, me gusta más el campo que a las amapolas, y en verano "necesito" hacer excursiones campestres. Este año por circunstancias no he podido veranear en el pueblo, y no he podido hacer ninguna de las muchas rutas que se puede hacer por los alrededores o incluso más cerca del Parque de Gredos y es que, a pesar del desolador incendio que ha acabado con parte de la zona, el sur de Ávila es de lo más apropiado para estar en contacto con la naturaleza.
Para recargar las pilas unos amigos me prepararon una ruta cerca de Navacerrada de lo más apropiada, teniendo en cuenta que el año pasado estuve ocho meses con muletas y llevo a mis espaldas casi año y medio de rehabilitación. Con todo y eso andamos 8km aprox. en total, pero el terreno era llano y durante todo el trayecto tuvimos sombra.

Salimos del barrio bien tempranito y paramos en Navacerrada pueblo a comprar el pan. La panadería-pastelería (Pastelería "Navacerrada" C/Iglesia nº 12) que elegimos fue todo un descubrimiento, era algo más que el prototipo de pastelería de pueblo al que soy adicta...tenía terracita y una extensa carta de desayunos y meriendas.
Por no hablar de su escaparate...

Después continuamos hasta el Puerto de Navacerrada y aparcamos el coche en el primer puente tras bajar las Siete Revueltas, al lado de una fuente de lo más ornamental.

Bajamos por el terraplén del arcén hasta el cauce del Río Eresma, y dirección Segovia, lo recorrimos hasta el primer puente de madera. Cruzamos al otro lado y seguimos hasta que nos cansamos...(es lo bueno de esta ruta, que si uno quiere puede llegar a La Granja). Llegamos hasta la zona conocida como Boca del Asno y dejando a un lado la parte más dominguera, con ese hambre que produce el campo, sacamos la meriendilla...

Tortilla, ensalada campera, croquetas, chorizo y queso de pueblo, filetes empanados... Recuperamos fuerzas enseguida y en pleno sopor siestil disfrutamos del paisaje y el curso relajado del río.

Por la tarde, recorrimos lo andado aunque el camino de vuelta no fue tan liviano como el de ida. Camino a Madrid paramos en Cercedilla a tomar un refresquito que buena falta nos hacía.
Otra opción hubiera sido ir dirección a La Granja y parar en las Ocas Salvajes, él único irlandés de los alrededores, donde suelo parar siempre que me muevo por la zona...y es que es un sitio que realmente me gusta, aunque el dueño decidiera hace tiempo quitar aquel sofá súpercómodo que había delante de la TV donde era una gozada tomar un café o una infusión, que tan bien sirven.

Lo mejor del día fue por supuesto la compañía y respirar aire puro, pero sobre todo comprobar que tengo recuperada la pierna al 98%...

16 agosto 2009

Dos oasis en Madrid

Agosto en Madrid es una gozada. No hay aglomeraciones y encuentras sitio si problema en las terracitas que normalmente suelen estar abarrotadas. ¿Qué sería el verano sin terracitas?
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Yo me quedo con dos, para mí un must de temporada:
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Terraza de la Casa de Granada (Dr. Cortezo nº 17-Metro Tirso de Molina). Últimamente más de moda desde que salió en la revista On Madrid, pero a mí me sigue gustando de la misma manera. Empezando por la propia "clandestinidad" del sitio, porque lo de llamar al telefonillo de un portal cualquiera y subir en un ascensor medio cochambroso hasta el último piso...moola. Cuando coges sitio (en Agosto en más fácil) en su estrecha terraza (máximo 4 personas por mesa) ...¿quién puede resistirse a un tercio de Alhambra 1925 a punto de granizado con los calores que hace en Madrid?. Y luego ya cuando haces hambre...¿cómo vas a decir que no a su oferta de "Dos dobles de cerveza+Ración Gambón plancha" por 10€?. Vamos, que es un sitio de agustez plena para cuerpo y mente.

Terraza Pinar (Glorieta Pilar Miró-Metro Pinar del Rey). De las terrazas que hay en mi barrio me quedo con esta para tomar una cerveza o una copa. Y es que gracias a su ubicación privilegiada normalmente suele correr una brisilla refrestante, y es una auténtica gozada sentarse allí a última hora de la tarde. No es el sitio más barato del barrio (barro de cerveza a 3,50€), pero el servicio es atento y el chiringuito está muy bien montado. Lo único que le falta a esta terraza es la orilla del mar a menos de 100 metros.

10 agosto 2009

Ruta 6: pan y vino por Lavapiés.

Por Lavapiés se podrían organizar infinidad de rutas, incluso temáticas, porque anda que no hay bares y lugares sorprendentes en este barrio tan castizo y tan mestizo. Mestizo desde sus orígenes que no en vano fue la judería o el barrio judío de Madrid, con su propia muralla "protectora" incluida, donde nació la denominación castiza de "los manolos" y "las manolas". Se cree que el propio nombre del barrio proviene de su origen hebraico y por la fuente que existía en lo que ahora es el nudo principal del barrio, la Plaza de Lavapiés, que al parecer era utilizada por sus habitantes en sus ritos de purificación. A igual que los barrios judíos de otras capitales que he visitado, tiene "ese algo especial", ese encanto de barrio viejo heredero de su humilde origen, que ante el asombro del paseante emerge con una dignidad aplastante frente a las exigencias de la urbe donde se ubica. Curioso -por lo menos- es pensar que actualmente es uno de los barrios de Madrid con una presencia arraigada de inmigrantes...¿qué me dices de la zona de terrazas conocida como "Little India/Little Bollywood"?.
Para esta ruta he seleccionado cuatro sitios que me gustan mucho por el ambiente del local y oferta de picoteo. La premisa de esta ruta sería "pan y vino" aunque en el último sitio no hay pan que valga sino buenas papas...pero es que lo tenía que incluir porque es el bar donde siempre acabo cuando me muevo por este barrio! Empecemos pues.
1.- La Aguja. C/Ave María 25. Tosta de paté de aceitunas+tomate+queso. Aquí se viene a comer tostas y a escuchar vinilos. Me gusta porque las tostas son originales, no estamos hablando de las tostas del bar Pepe donde la única original es la de lomo con queso, y el garito oscuro, como un bar de copas donde puedes escuchar en vinilo y del tirón el Trout Mask Replica de Captain Beefheart. Siempre pido la tosta de tapenade o paté de aceitunas. Lo menos bueno, el calor y la cantidad de humo que se puede llegar a concentrar ahí dentro.
2.- Viva Chapata. C/Ave María 43. Natacha. Yo a esta taberna la llamo directamente "la natacha" y es que para mí es lo mejor del local, junto con los vinos -que sirven en vaso de chiquito y desde 1,20€ el Valdepeñas- y la musiquilla de fondo. Se puede elegir entre varias chapatas pero la que triunfa es la "natacha" con ese filete ruso como los que hacemos en casa y esa salsa especial medio secreta (mi paladar detectó hace tiempo uno de sus ingredientes estrella...el comino). Lo menos bueno, que el local es muy pequeño. Aquí os dejo una foto de la susodicha, con flash y sin flash para apreciarla bien:

3.- Er Güishi. C/ de la Fe 6. Mollete de jamón. Bar raro, de color morado por fuera y magenta por dentro. Cuatro mesas y unas cuantas banquetas en barra; estanterías con libros por si te da un ataque de lectura en medio de la ruta. Me matan los farolillos chinos que cuelgan de los halógenos centrales del techo y la apañá carta de tés que sirven en teteritas coloradas. El vino en vaso de chiquito. Se ve que cuidan los detalles, el té podría ser de bolsa. Pero aquí se viene a comer 1/2 mollete o uno entero si hay mucha hambre. Pero oye, auténtico Mollete de Antequera®, bien blanquito y blandito, empapado en tomate con aceite y una pizquita de orégano. Yo siempre lo pido de jamón. Lo menos bueno, que la música de fondo está demasiado alta, el local es demasiado pequeño y el couscous de aperitivo sabe a poco porque ponen poco. He aquí una foto roja del último mollete que he probado, roja porque la cámara de mi móvil no ha sido capaz de distinguir los colores rojo de la mesa, rojo del tomate y rojo del jamón:4.- Tapas y Fotos. C/ Doctor Piga 7. Papas con mojo. Me encanta este bar. Está al ladito de la Iglesia de S.Lorenzo, y es un antiguo bar de barrio al que le han dado un buen lavado de cara sin caer en el esnobismo. Buenos vinos en copa (excelente el de Toro que ofrecen), tapas por 2€ y buena música ¿qué más puedo pedir? Pues otra de papas, que vale que no son arrugás pero el mojo picón es de los más picones que he probado en Madrid.

Próximamente, más rutas por este barrio. Para ver el mapa de esta ruta pincha aquí.

25 julio 2009

Ruta 5: Como pez en el agua...

El punto de partida de esta ruta es la C/Pez. Reconozco que esta zona de Madrid la he descubierto hace poco...mi primer contacto fue en El Palentino hace ya algunos años, haciendo tiempo para entrar en el Alfil a ver "Los mejores sketches de Monty Python". Asombrada me quedé con su sabor a pueblo, su relativa tranquilidad tan diferente a la cercana y masificada Gran Vía (lo que es de agradecer). Y encantada me quedé con el bar citado "tan de barrio" y tan auténtico, del que más tarde me enteré fue inmortalizado por los Siniestro Total y Manu Chao.
Entre Noviciado-Tribunal-Gran Vía hay sitios míticos e indispensables para el tapeo, esta ruta pasa por algunos de estos locales emblemáticos que he ido descubriendo poco a poco. El Palentino lo he dejado fuera, lo veo yo más para copas -que están a 3- y para sorprender a algún amigo/a demasiado apegado al centro más conocido de Madrid o demasiado dependiente de la Pza.Dos de Mayo...y es que hay Madrid un hervidero de sitios asombrosos. Empecemos. Premisa de ruta: Ribera del Duero+cosas ricas.
1.- El Pez Gordo. C/Pez 6. Copita Ribera 2€. Excelente salmorejo con picadillo de jamón, huevo duro pimiento y cebollita (6,50€) compitiendo en fama con el de La Ardosa. Local acogedor, con encanto malasañero y camareros muy simpáticos atentos. Es uno de los locales más frecuentados de la zona, por lo que suele ser difícil coger mesa. Y si hay suerte, es para quedarse largo rato...
2.- Casa Julio. C/Madera 37. Copa Ribera 2,50€. A esta taberna se la conoce también como “el Bar de U2” porque hace algunos años fue el escenario de una sesión de fotos de los irlandeses. El local desde entonces ha sido reformado notablemente sin dejar de servir croquetas en ningún momento y sin perder pizca de su encanto. Madre mía qué croquetas. Tamaño entre pelota de tenis y pelota de ping pong, de bechamel compacta y gran sabor (no saben a masa, saben al ingrediente que lleve…sobre todo las de jamón), estas croquetas se sitúan en el ránking de las mejores de Madrid. Se puede pedir ración entera o ½ (12-6 unidades) por 8 y 4€, las sirven variadas. Lo más impresionante es ver cómo se queda pegada la croqueta al tenedor cuando intentas partirla por la mitad, entran ganas de pedir y pedir raciones sólo para notar este efecto. El ambiente del local es otro punto a destacar, mucha gente joven, algún hippie y mucho buen rollo.
3.- La Dominga. C/ Espíritu Santo 15. Copa Ribera 2€. Me fijé en este sitio porque en la pizarrita de la entrada ponía “pinchos” y este es un reclamo al que no puedo resistirme. El local tiene dos zonas diferenciadas, las mesas de enfrente de la barra y el comedor al fondo, ambas decoradas con mucho gusto y marcado estilo rústico. Me han comentado que el secreto ibérico es uno de sus platos fuertes pero lamentablemente no puedo opinar al respecto. Sólo decir que por el tipo de local me parece el sitio perfecto para una tranquila cena romántica. Y sobre los pinchos, me quedo con la “Fajita de Pollo”… sencillamente indescriptible y muy recomendable.
4.- Taberna La Copla. C/ Jesús del Valle 1. Copa ribera 1,75€. Sitio con solera lleno de fotos de estrellas de la copla, ideal para llevar amigos de fuera de España que estén en Madrid. Al parecer el local era antiguamente una bodega, y desde luego que tiene todo el encanto de negocio antiguo. Destacan los originales nombres de los canapés (desde 1,75€) y las tortillas. La música de fondo, copla por supuesto, es quizás lo menos bueno del sitio y no por el género en cuestión ni el volumen, sino porque al pincha le da por un disco, o casette vete tú a saber, y te pasas la velada entera escuchando a Rocío Jurado, por poner un ejemplo.

Para ver el mapa de ruta pincha aquí.

20 julio 2009

Bon Odori 2009

Ayer estuve en una verbena muy especial organizada por la Asociación de la Comunidad Japonesa en Madrid. El Bon Odori es una especie de festival de bailes tradicionales japoneses, donde también tiene cierto protagonismo la gastronómia. Fue casi casi como estar en Japón sino fuera porque había más españoles que japoneses, todos con una llamativa avidez gastronómica.
 
Kimono de verano
Karee biifu (ternera al curry, típica de Ginza)
 
Koori Ichigo (granizado de fresa)

Futomaki


15 junio 2009

Ruta de la Tapa 2009

Hoy ha comenzado la "Ruta del Tapeo" de Mahou. Ya no hace falta que busque una excusa para ir a merendar unos pinchos, ya tengo una razón. Lo de ser "mahouista practicante" es lo de menos.

Aunque la promoción no es que abarate en demasía la merienda (botellín+tapa 3€), teniendo en cuenta cómo están los precios últimamente, y el hecho de que 31 establecimientos -algunos de ellos míticos, como Lhardy- hayan pensado un pincho para ofertarlo ex profeso, ya es algo a tener en cuenta. Si además uno echa un ojo al catálgo de especialidades y se pone a sopesar , puede llegar una rápida conclusión como a la que yo he llegado: qué diantres hago hoy a las 21:55PM delante del ordenador y sin haber cenado. Por lo menos hay de plazo hasta el viernes 26, salvo el fin de semana, y los viernes hasta las 15:00, para probar aulguno de estos pinchos.

Aquí os dejo la lista de locales, por si os pilla alguno cerca.

Contadme si probáis algo de esto. Yo, ya os iré contando.
Nota: Al loro las croquetas de "Javier Martín",y el salmorejo (posiblemente uno de los mejores de Madrid) de "La Ardosa".

07 junio 2009

Ruta 4: Nos vamos de tintos.

Parece mentira pero nunca he escrito sobre vino en este blog, y lo de "catas" me viene por algo. La verdad es que mis conocimientos sobre este líquido fermento son muy de andar por casa, porque lo que más me atrae del vino es la "cultura del vino" que hay en este país, que en mi caso tengo más que asimilada gracias a la "baranda" que tenía mi abuelo, las cuatro viñas de mi padre y la fiesta que se organiza en mi casa cuando se corre la pitarra. No tendré un paladar adiestrado como los grandes sumilleres, pero sé distinguir un vino bueno incluso de entre los caseros.
Para esta ruta he seleccionado tres tabernas -cada una con un estilo diferente- donde se pueden beber buenos tintos de la casa, porque para beber un vino correcto no hace falta gastar mucho dinero (aunque por supuesto que en estos locales podemos degustar vinos mejores e incluso de renombre). La mayoría de las veces me gusta dejar la elección al azar pidiendo el tinto de la casa (que no quiere decir vino de mesa) o el tinto de recomendación, porque me gusta arriesgar en lo básico... ¡y es que dice tanto un bar con buen vino de la casa!

1.- Taberna "El Maño". C/ Vallehermoso 59. Vinos de la casa 1,75€. Confieso que tengo predilección por los vinos de la Rioja Alavesa y los tinto afrutados, pero realmente es muy recomendable el tinto joven de Covila que sirven en El Maño. La única pega es que lo sirven a temperatura ambiente, por lo que te arriesgas a que no esté entre los 16 y los 18º C de rigor. Pero aún así, esta taberna es recomendable por muchos motivos: Es un local con encanto, con fachada típica de taberna madrileña en perfecto estado de conservación, y cuidada decoración interior, un poco caótica a la vista con tanto plato, botella, cartel de toros, ristras de ajos, banderillas... Es un bueno sitio para llevar a gente de fuera que visita Madrid. Con varias mesas en el interior, y en verano terraza exterior, la tapa con la bebida es modesta (aceitunas o canapé de embutido) pero las raciones que se ofertan son de muy buena calidad (la calidad se paga). Entre otras: Mejillones al vapor 7,50€, Gambas al ajillo 13€, Croquetas de jamón, de cocido o de pollo asado 10€.
Si no nos apetece vino podemos tomar una caña tirada al estilo antiguo (1,25€) o un vermut de grifo de estos de Reus tan especiados (1,75€).
2.- Taberna La Violeta. C/ Vallehermoso 62. No recuerdo el precio del vino de la casa. Justo en frente de El Maño, aquí se sirve como tinto de la casa un correcto manchego joven de La Estacada. En vaso de chiquito, eso sí, pero a temperatura ideal. No puede ser más opuesto a la taberna de enfrente, pese a tener fachada de taberna típica, y una sugerente terraza en verano. Y es que es un local más próximo a los que podemos encontrar en la Plaza del Dos de Mayo, que al prototipo de Chamberí: estanterías más o menos vacías, jazz o rock como música de fondo, alguna fotografía como exposición temporal, gente joven picoteando algo en una de las dos mesas que hay. La tapa es modesta (aceitunas o chips), y su oferta de raciones un poco limitada pero de precios más asequibles que los de su vecino de enfrente. Oye, y que si no nos apetece vino es el lugar ideal para una copilla tranquila, que el local cierra a las 2 A.M.
3.- Taberna de Núñez. C/ Blasco de Garay 35. Vino "de la casa" 1,50€. Me encanta este sitio y eso que no tiene fachada típica. El tinto de la casa es un Paternina Banda de Oro (casi ) servido a la temperatura justa gracias al regrigerador que hay en la barra. Este detalle ya dice mucho por sí solo de este local, pero si nos fijamos en el extenso botellero de detrás de la barra podemos confirmar enseguida que lo del vino en este sitio es clave (por cierto, yo destacaría los Ribera del Duero).
Desde en punto de vista gastronómico es igual de interesante: Tapa destacable con la consumición (normalmente embutido pero en cantidad considerable, no estamos hablando de una "loncha" por cabeza); más que extensa carta de raciones donde destacan las tostas (no en vano el sobrenombre de esta taberna es "El Rey de la Tosta"); y su interesante oferta semanal "La tosta de la semana" donde promocionan una tosta -de las que se ofertan en carta o de nueva creación- más bebida -normalmente caña o tercio- por 3 ó 4€ (impresionada me quedé con la tosta especial San Isidro).
Tengo pendiente el huevo de avestruz para poder comparar, pero de momento en plan raciones recomiendo:
Las súper-bravas con jamón (4€). Sencillamente impresionante esta combinación, y por supuesto la salsa (brava de la güena).

Las croquetas (6€). Ración de 6 y variadas, donde destaca sin duda la de gambas.
(Ya sé que en la foto salen 5... la mano que la tengo muy tonta).
***INFO RUTA: Para ver el mapa de Ruta pincha aquí. Metro más cercano Islas filipinas (L7).
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ACTUALIZACIÓN 2011: Lamentablemente La Taberna de Núñez ha cerrado. Queda para su recuerdo en este blog la ración de Súper-Bravas.

04 junio 2009

Entre tapa y tapa (Vol.3)

No es que conozca el local desde hace varios años, ni que sienta una atracción especial por su cálida decoración que tan bien me hace sentir (algo ayudan las infusiones, mojitos y demás...ay madre). No es tampoco que ayer me acercara a la inauguración de la exposición y volviera a alucinar con el arte y naturalidad de la autora, ese tipo de naturalidad que hace que todo parezca fácil (desde montar una exposición a dibujar/pintar/crear de esa manera).
Sencillamente disfruté como nunca observando la reacción de la gente que no conocía la obra de Astrid. Todas las miradas se volvían una y otra vez a "Mis primeros recuerdos" y "Ramo de Abril".
Es por ello que desde aquí tengo que lanzar una propuesta para el fin de semana o cualquier día de estos: un refrigerio tranquilo en el Café Sin Nombre (uno de los locales de referencia en la zona de influencia del C.C. Conde Duque), y a disfrutar de la exposición de Astrid. De plazo tenemos hasta el día 30 de este mes. Yo repito seguro.

21 mayo 2009

Bar Pilar, la casa de las clóchinas. ¿Clochiqué?

El haberme quedado con ganas de ver la casa museo de "La Piquer" (soy un poco coplera, que le vamos a hacer) va a ser la excusa perfecta para volver a Valencia. Eso y no haber encontrado la Tasca Ángel, en la Calle de la Purísima después de las indicaciones de un amigo.

La verdad es que no me hace falta buscar excusas para volver: ciudad bonita, mediterránea, gótica y moderna, es una gozada patear su centro histórico y descubrir muestras de arte en cada calle. Los alrededores del Mercado Central, las torres, la catedral, la lonja impresionan por su belleza. Eso por no hablar de su gastronomía que, desde mi punto de vista es lo que mejor refleja su esencia, con esas materias primas tan especiales y mediterráneas, y esos aromas fruto del mestizaje cultural de sus gentes.
 
Excelente la experiencia en Bar Pilar (Carrer del Moro Zeit 13) en plena Ciutat Vella, cerca de las Torres de Quart. De obligada cata las clóchinas, primero por ser la especialidad de la casa que no en vano es conocida como "La Casa de las Clóchinas", segundo por ser un producto típico de la Comunidad Valenciana, y uno cuando va de turismo va a por lo típico. Y de obligada cata también los calamares (4,75€) de los mejores que he comido gracias a una estupenda rebocina (esta vez va a ser verdad que el secreto está en la masa). Un acierto lo de pedir allioli para acompañar los calamares.




El bar tiene además un encanto especial, es de estos sitios con solera fundado en el año catapín que conserva en gran medida la decoración original, donde los camareros llevan años en el oficio y tienen un callo especial para gritar los platos a cocina sin quedarse afónicos. La suerte es poder disfrutar de los platillos en alguna de las pocas mesitas que hay en el local. Y yo la tuve. Comentándolo más tarde con algunos lugareños, el Bar Pilar es un clásico del tapeo en Valencia tiene fama de ser caro. Teniendo en cuenta el tamaño de las raciones (2 ó 3 personas) y comparando los precios con la media en Madrid, para mí no lo fue tanto. Precio medio por persona 20€.
 
A petición popular, dada mi conocida afición por hacer fotos a cosas curiosas, os enlazo a mi selección de Valencia.


[Por cierto muy cerca del Bar Pilar hay un café-pub muy chulo, con cierto aire vintange y cabaretero, ideal para tomar una copillla por la noche. Es el Café Infanta en Rambla del Tossal 3]

15 mayo 2009

Taberna La Bola. To be castizo


¿Puede haber algo más castizo qué comer un buen cocido madrileño el día 15 de mayo, día de San Isidro? Seguramente ir vestida de chulapa a Taberna La Bola y echar después la siesta en la Pradera de San Isidro. Obviando lo del traje de modistilla (poco favorecedor y nada combinable si llevas gafas de pasta), comer en La Bola y lo de la siesta (el eterno binomio cocido-siesta) se ha convertido en tradición para mí en este día de fiesta.
La primera vez que fui a Taberna La Bola se sentaron a mi lado dos turistas  británicas, que tras releer la carta varias veces pidieron a la camarero sopa castellana como entrante, callos de primero, y cocido de segundo. Fue curioso ver los sudores del camarero intentando explicar que con el cocido iban bien servidas, "cocido its very mach, its everizin menos callos" les decía. Con lo que no pudo el hombre fue con la insistencia para maridar la comida con cava, no hubo manera de hacerlas ver que lo suyo era pedir vino de la casa. Y se comieron su cocidito madrileño en tres vuelcos con su botella de cava. Una anécdota de la que siempre me acuerdo cuando visito la taberna.
Mira que hay sitios en Madrid para comer un buen cocido, pero restaurantes con tanto encanto como este, pocos. Es el sitio ideal para llevar a amigos de fuera que vienen de visita, y el lugar perfecto para que tu madre compruebe que no solo ella hace un cocido de primera. Lo sirven en tres vuelcos: primero llega el camarero con un plato de fideos cocidos y el pucherito de barro; tras indicarte que te cubras la pechera con la servillleta (es que los salpicones son traicioneros, y peligrosos si llevas escote), vuelca el caldo del puchero en el plato. Cuando terminas la sopa trae el repollo y vuelca los garbanzos, y pone en la mesa un plato con guindillas en vinagre, cebolleta en juliana y salsa de tomate con cominos para acompañar la verdura (la salsita está rica rica). Por último sirve las viandas, esto es la carne, el choricillo y el tocino.

Guindillas en vinagre, cebolleta y salsa de tomate.
  • Algunos años he ido a Taberna La Bola sin reserva y la verdad es que nunca he tenido problemas. No obstante siempre es recomendable reservar (915.476.930).
  • El cocido individual cuesta 19€. Con bebidas y postres calcula unos 30€ en total por cabeza.
  • Bebe vino de la casa (lo sirven en jarrita), no seas turista.