No es que conozca el local desde hace varios años, ni que sienta una atracción especial por su cálida decoración que tan bien me hace sentir (algo ayudan las infusiones, mojitos y demás...ay madre). No es tampoco que ayer me acercara a la inauguración de la exposición y volviera a alucinar con el arte y naturalidad de la autora, ese tipo de naturalidad que hace que todo parezca fácil (desde montar una exposición a dibujar/pintar/crear de esa manera).
Sencillamente disfruté como nunca observando la reacción de la gente que no conocía la obra de Astrid. Todas las miradas se volvían una y otra vez a "Mis primeros recuerdos" y "Ramo de Abril".
Es por ello que desde aquí tengo que lanzar una propuesta para el fin de semana o cualquier día de estos: un refrigerio tranquilo en el Café Sin Nombre (uno de los locales de referencia en la zona de influencia del C.C. Conde Duque), y a disfrutar de la exposición de Astrid. De plazo tenemos hasta el día 30 de este mes. Yo repito seguro.
Tu amiga pinta de alucine.A ver si puedo acercarme a ver sus cuadros.
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