09 enero 2013

Roscones de Reyes


El roscón de Reyes es adictivo. Es probar un poquito y desencadenarse una reacción física en el paladar y química en la mente, que genera una necesidad incontrolable de ingerir más y más. Con una rebanadita de nada estás perdido. La fusión de agua de azahar y azúcar es letal.

El roscón de Reyes tiene
su origen en unos panes redondos que se preparaban en la época de los romanos para celebrar las saturnales. Al parecer en aquella época ya se introducía un haba en su interior, aunque según Pepe Rodríguez, autor de Mitos y ritos de la Navidad, "el roscón de Reyes, con haba de la suerte incluida, se originó en la Edad Media". Este ancestral origen explica que en muchos países se preparen roscos de similares características a nuestro roscón de Reyes.
Este año el intercambio de fotos de roscones vía Whatsapp entre los amigos confirma que cada vez más gente confiesa su adicción a este dulce, con nata la mayoría.


Este es el roscón que comimos en casa, de la Pastelería Asturias (C/ Otero y Delage 102, Madrid).
Roscón de Pastelería Nataly (C/Eugenia de Montijo 98,Madrid). Foto enviada por Esther
Rosca de Reyes elaborada en México. Foto enviada por Tessy

Roscón de Pastelería Mykar (C/Chiquinquira 10, Madrid). Foto enviada por Pablo y Esther
Roscón hojaldrado con relleno especial de almendra de Horno La Vallina (Siero, Asturias). Foto enviada por Sonia.
Roscón playero. Foto enviada por Helena.
Roscón "made in" Vicálvaro. Foto enviada por Patri y Javi.
Escaparate con roscones en la C/Alcalá de Madrid. Foto enviada por Alicia.

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