Me resulta curioso haber conocido la cocina egipcia en una calle que frecuenté mucho durante mi adolescencia, y no precisamente por sus restaurantes. Actualmente la calle del Cardenal Cisneros es un variopinto escaparate gastronómico: cervezas, tacos, tallarines, micheladas, kimchi, bocatas, y hasta un restaurante egipcio. Pero esta calle y las aledañas conformaron hace años una de las zonas de marcha nocturna más de moda entre la juventud. Los bares castizos de la zona de Bilbao, los de toda la vida, fueron testigos de la vorágine techno de los 90, y de la apertura y cierre constante de pubs de poca monta. Chupiterías, porronerías y disco-pubs han dado paso a otro tipo de locales. Esperemos que para quedarse.
Había pasado por la puerta del Restaurante Samara en multitud de ocasiones pero hasta hace poco no me había atrevido a entrar. Ahora soy fiel a su menú del día, porque es equilibrado, está bien elaborado y es económico (8€). El restaurante oferta una serie de platos combinados y un plato del día que son una pequeña muestra de la rica gastronomía egipcia. De los primeros me gusta el combinado de kofta, que incluye tres brochetas de carne picada de ternera asadas al carbón (también llamadas kebab kofta), tahini (crema de sésamo molido con aceite de oliva), arroz especiado y ensalada. De los platos del día me gusta el cuscús de los jueves con pollo y pasas.
Combinado de kofta 8€. La kofta recuerda a la keftedakia griega y a las famosas "salchichas" de Thanasis que probé en el viaje a Atenas. Todos los platos vienen acompañados de pan de pita. |
Tanto en los platos combinados como en los del día las raciones son moderadas pero suficientes para no quedarse con hambre (no puedo opinar sobre la cantidad en los platos fuera de menú). Esta mesura hace que el postre sea el complemento perfecto. Yo suelo pedir karkadé (infusión de flor de hibisco), y muchas veces aunque no esté incluido en el menú, mahalabia. Esta deliciosa crema a base de leche hervida y harina de arroz ha sido, junto al kulfi indio de pistacho, uno de los descubrimientos dulces del año.
El formato menú del día me parece una manera ideal para acercarse a las cocinas internacionales y perderle el miedo a las cosas nuevas. Es como una experiencia que no compromete. Si te gusta, lo que descubras será tu base para cuando decidas conocer de lleno la nueva cocina en cuestión. Si no te gusta, borrón y cuenta nueva. La experiencia nunca es en balde.
Restaurante Samara
C/ Cardenal Cisneros nº 13 - 28010 Madrid
Metro: L1-L4 Bilbao
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