26 enero 2013

Técnicas Calima: taller magistral de Dani García en Madrid Fusión 2013

El taller magistral impartido por Dani García en la última edición de Madrid Fusión giró básicamente en torno a dos técnicas claves en la elaboración de los algunos platos del Restaurante Calima: el obulato y los moldes de silicona a medida.

El obulato es una lámina flexible tipo oblea, elaborada con almidón de patata, lecitina de soja y aceite de girasol, inicialmente concebida con fin farmaceútico como envoltorio de medicamentos. Ferrán Adriá se fijó en sus características neutras y translúcidas y en su extraordinaria maneabilidad, y extrapoló su uso  abriendo todo un campo de posibilidades dentro del sector gastronómico y alimentario. Dani García fue uno de los primeros chefs que lo incorporó en su carta, creando sorprendentes versiones de platos tradicionales como la tortilla de camarones cristal y hojas de sishoEn el taller magistral, el chef  malagueño remarcó su apuesta por la versión crujiente del obulato, gracias a la combinación de la frágil oblea con ingredientes que aportan textura.  
Tortillita de camarones, una nueva versión de la tapa gaditana. La textura crujiente se consigue incorporándo alga nori en copos al obulato y friéndolo en aceite de girasol. El snack se presenta como un homenaje al mar, salpicándolo con camarones y trocitos de percebe.
 
Snack de caviar, una versión del tradicional blini con caviar. La crema de arroz y el caviar Payusnaya aportan textura al obulato. Se presenta con nata de hierbas y montoncitos de caviar.
Crujiente de zanahoria, un aperitivo dulce. Las obleas se hornean con zanahoria liofilizada y azúcar, y se presentan con crema de zanahoria y zanahoria cruda. En temporada, Dani García elabora este snack con zanahoria morada de Cuevas Bajas.
Dani García remarcó en el taller la versatilidad de la silicona de uso alimentario en la cocina. La posibilidad de fabricar todo tipo de moldes hace que la imaginación del cocinero no tenga límites a la hora de dar forma a los elementos del plato.
Bearnesa emulsionada con hígaditos de pollo y cresta de gallo, plato incluido en la carta 2012 de Calima. El plato se presenta como un trampantojo: un huevo de codorniz, en realidad un helado de coco moldeado gracias a un molde de silicona a medida, reposa sobre un nido de pasta kataifi y una cama de salsa bearnesa emulsionada. En el fondo del plato, las crestas y los higaditos.
Mini plátano. La forma de esta divertida versión del clásico sorbete de plátano se consigue con  un molde de silicona. La líneas oscuras se consiguen pintando el helado con café, y el aspecto final lo aporta una capa de manteca de cacao.

El chef malagueño repasó también una de las técnicas con las que más reconocimiento ha conseguido en los últimos años: nitro-gel. El elemento asegura su forma al ser congelado rápidamente con nitrógeno líquido, adquiriendo un brillante y luminoso acabado al ser pintado con gelificante vegetal a base de agar-agar.
Tomate nitro, un clásico en la carta de Calima que en 2012 se ha presentado sobre una brandana de bacalao. Para realizar el falso tomate se utiliza una técnica más "rudimentaria" que en los platos anteriores, la técnica de los huevos poché con papel film, combinada con la técnica nitro-gel. El paquetito de espuma de pipirrana (pipirrana licuada, albumina y gelatina batidas) se sumerge en nitrógeno líquido. El aspecto final se consigue cubriendo el falso tomate con gelificante a base de agar-agar, agua de tomate y colorante alimenticio.

18 enero 2013

Vinacos!, el vino desde otra prespectiva

El mundo del vino siempre me ha parecido fascinante. No sólo por las cualidades propias del producto, alabadas desde tiempo remotos y responsables de equiparar al vino con algún tipo de elixir mágico, sino por su especial y estrecha relación con la tierra y con las técnicas de producción que han sido transmitidas de generación a generación. La verdad es que al hablar de vino siempre pienso en las personas que intervienen en su producción (aquellos que cuidan la vid, recolectan el fruto, elaboran el mosto y embotellan el vino con mimo) y los que disfrutamos del producto final y lo hacemos propio. Tal vez me fije demasiado en el lado romántico de las cosas, pero creo firmemente que el buen hacer de los productores y el "buen beber" de los  consumidores dan un valor especial al vino. Por eso hay un segmento del que siempre me he olvidado y al que siempre he mirado con recelo: el que está en medio, entre la bodega y el consumidor. 
¿Qué pasa con los intermediarios que también participan del proceso? ¿Les mueve algún interés más allá de la ganancia por la distribución? Después de conocer al equipo de Vinacos! puedo asegurar que he comprobado que también en este segmento hay gente motivada que cree en lo que hace. 

Vinacos! es una empresa joven que parte de la idea que todo el que disfruta bebiendo vino, sabe de vino. Es decir, de algo sencillo que en muchas ocasiones se olvida: si lo que bebes te gusta ese será el mejor vino de todos. Y no puedo estar más de acuerdo, hay que dejarse de esnobismos y de valorar al vino por su nombre y precio. La realidad es que hay muchas bodegas injustamente infravaloradas o son directamente desconocidas, donde se elaboran vinos sorprendentes por menos de 10€. Por lo que a la vez que uno disfruta de un buen vino sin arruinarse el bolsillo, participa del gran trabajo de muchos productores anónimos que no pueden competir con grandes compañías. 
Dentro de esta idea Vinacos! ofrece un pack mensual de tres vinos a un precio cerrado. Los vinos son seleccionados según su criterio, que es el de  un grupo de amigos aficionados al vino, que como tú y como yo, no son catadores profesionales. Echa un vistazo a su web si te ha picado el gusanillo. A mí lo ha hecho.

09 enero 2013

Roscones de Reyes


El roscón de Reyes es adictivo. Es probar un poquito y desencadenarse una reacción física en el paladar y química en la mente, que genera una necesidad incontrolable de ingerir más y más. Con una rebanadita de nada estás perdido. La fusión de agua de azahar y azúcar es letal.

El roscón de Reyes tiene
su origen en unos panes redondos que se preparaban en la época de los romanos para celebrar las saturnales. Al parecer en aquella época ya se introducía un haba en su interior, aunque según Pepe Rodríguez, autor de Mitos y ritos de la Navidad, "el roscón de Reyes, con haba de la suerte incluida, se originó en la Edad Media". Este ancestral origen explica que en muchos países se preparen roscos de similares características a nuestro roscón de Reyes.
Este año el intercambio de fotos de roscones vía Whatsapp entre los amigos confirma que cada vez más gente confiesa su adicción a este dulce, con nata la mayoría.


Este es el roscón que comimos en casa, de la Pastelería Asturias (C/ Otero y Delage 102, Madrid).
Roscón de Pastelería Nataly (C/Eugenia de Montijo 98,Madrid). Foto enviada por Esther
Rosca de Reyes elaborada en México. Foto enviada por Tessy

Roscón de Pastelería Mykar (C/Chiquinquira 10, Madrid). Foto enviada por Pablo y Esther
Roscón hojaldrado con relleno especial de almendra de Horno La Vallina (Siero, Asturias). Foto enviada por Sonia.
Roscón playero. Foto enviada por Helena.
Roscón "made in" Vicálvaro. Foto enviada por Patri y Javi.
Escaparate con roscones en la C/Alcalá de Madrid. Foto enviada por Alicia.

05 enero 2013

Cabalgata y churros con chocolate

En Navidad disfruto como una niña. Me gusta ir a la Plaza Mayor y comer un bocadillo de calamares, mientras curioseo en los puestos del mercadillo navideño y tarareo la canción de Cortylandia. Preparo con detalle la mesa en Nochebuena y hago con mimo los montoncitos de 12 uvas en Nochevieja.  El día 6 de enero por la mañana soy una de las personas que forman hilera en la puerta de la pastelería para comprar un Roscón de Reyes recientito. Y la tarde del 5 de enero no me pierdo la Cabalgata de Reyes del barrio.

Cabalgata de Hortaleza 2013
Y si después de la cabalgata se tercia instaurar una tradición familiar más, como por ejemplo merendar chocolate con churros, ¡pues bienvenida sea la oportunidad, y bienvenidos los churros!

Una Navidad sin churros no es Navidad.

 Las cosas claras y el chocolate espeso.



02 enero 2013

Restaurante Samara: menú del día egipcio

Me resulta curioso haber conocido la cocina egipcia en una calle que frecuenté mucho durante mi adolescencia, y no precisamente por sus restaurantes. Actualmente la calle del Cardenal Cisneros es un variopinto escaparate gastronómico: cervezas, tacos, tallarines, micheladas, kimchi, bocatas, y hasta un restaurante egipcio.  Pero esta calle y las aledañas conformaron hace años una de las zonas de marcha nocturna más de moda entre la juventud. Los bares castizos de la zona de Bilbao, los de toda la vida, fueron testigos de la vorágine techno de los 90, y de la apertura y cierre constante de pubs de poca monta. Chupiterías, porronerías y disco-pubs han dado paso a otro tipo de locales. Esperemos que para quedarse.

Había pasado por la puerta del Restaurante Samara en multitud de ocasiones pero hasta hace poco no me había atrevido a entrar. Ahora soy fiel a su menú del día, porque es equilibrado, está bien elaborado y es económico (8€). El restaurante oferta una serie de platos combinados y un plato del día que son una pequeña muestra de la rica gastronomía egipcia. De los primeros me gusta el combinado de kofta, que incluye tres brochetas de carne picada de ternera asadas al carbón (también llamadas kebab kofta), tahini (crema de sésamo molido con aceite de oliva), arroz especiado y ensalada De los platos del día me gusta el cuscús de los jueves con pollo y pasas.
Combinado de kofta 8€. La kofta recuerda a la keftedakia griega y a las famosas "salchichas" de Thanasis que probé en el viaje a Atenas. Todos los platos vienen acompañados de pan de pita.
Tanto en los platos combinados como en los del día las raciones son moderadas pero suficientes para no quedarse con hambre  (no puedo opinar sobre la cantidad en los platos fuera de menú). Esta mesura hace que el postre sea el complemento perfecto. Yo suelo pedir karkadé (infusión de flor de hibisco), y muchas veces aunque no esté incluido en el menú, mahalabia. Esta deliciosa crema a base de leche hervida y harina de arroz ha sido,  junto al kulfi indio de pistacho, uno de los descubrimientos dulces del año.
El formato menú del día me parece una manera ideal para acercarse a las cocinas internacionales y perderle el miedo a las cosas nuevas. Es como una experiencia que no compromete. Si te gusta, lo que descubras será tu base para cuando decidas conocer de lleno la nueva cocina en cuestión. Si no te gusta, borrón y cuenta nueva. La experiencia nunca es en balde.

Restaurante Samara
C/ Cardenal Cisneros nº 13 - 28010 Madrid
Metro: L1-L4 Bilbao