21 mayo 2009

Bar Pilar, la casa de las clóchinas. ¿Clochiqué?

El haberme quedado con ganas de ver la casa museo de "La Piquer" (soy un poco coplera, que le vamos a hacer) va a ser la excusa perfecta para volver a Valencia. Eso y no haber encontrado la Tasca Ángel, en la Calle de la Purísima después de las indicaciones de un amigo.

La verdad es que no me hace falta buscar excusas para volver: ciudad bonita, mediterránea, gótica y moderna, es una gozada patear su centro histórico y descubrir muestras de arte en cada calle. Los alrededores del Mercado Central, las torres, la catedral, la lonja impresionan por su belleza. Eso por no hablar de su gastronomía que, desde mi punto de vista es lo que mejor refleja su esencia, con esas materias primas tan especiales y mediterráneas, y esos aromas fruto del mestizaje cultural de sus gentes.
 
Excelente la experiencia en Bar Pilar (Carrer del Moro Zeit 13) en plena Ciutat Vella, cerca de las Torres de Quart. De obligada cata las clóchinas, primero por ser la especialidad de la casa que no en vano es conocida como "La Casa de las Clóchinas", segundo por ser un producto típico de la Comunidad Valenciana, y uno cuando va de turismo va a por lo típico. Y de obligada cata también los calamares (4,75€) de los mejores que he comido gracias a una estupenda rebocina (esta vez va a ser verdad que el secreto está en la masa). Un acierto lo de pedir allioli para acompañar los calamares.




El bar tiene además un encanto especial, es de estos sitios con solera fundado en el año catapín que conserva en gran medida la decoración original, donde los camareros llevan años en el oficio y tienen un callo especial para gritar los platos a cocina sin quedarse afónicos. La suerte es poder disfrutar de los platillos en alguna de las pocas mesitas que hay en el local. Y yo la tuve. Comentándolo más tarde con algunos lugareños, el Bar Pilar es un clásico del tapeo en Valencia tiene fama de ser caro. Teniendo en cuenta el tamaño de las raciones (2 ó 3 personas) y comparando los precios con la media en Madrid, para mí no lo fue tanto. Precio medio por persona 20€.
 
A petición popular, dada mi conocida afición por hacer fotos a cosas curiosas, os enlazo a mi selección de Valencia.


[Por cierto muy cerca del Bar Pilar hay un café-pub muy chulo, con cierto aire vintange y cabaretero, ideal para tomar una copillla por la noche. Es el Café Infanta en Rambla del Tossal 3]

15 mayo 2009

Taberna La Bola. To be castizo


¿Puede haber algo más castizo qué comer un buen cocido madrileño el día 15 de mayo, día de San Isidro? Seguramente ir vestida de chulapa a Taberna La Bola y echar después la siesta en la Pradera de San Isidro. Obviando lo del traje de modistilla (poco favorecedor y nada combinable si llevas gafas de pasta), comer en La Bola y lo de la siesta (el eterno binomio cocido-siesta) se ha convertido en tradición para mí en este día de fiesta.
La primera vez que fui a Taberna La Bola se sentaron a mi lado dos turistas  británicas, que tras releer la carta varias veces pidieron a la camarero sopa castellana como entrante, callos de primero, y cocido de segundo. Fue curioso ver los sudores del camarero intentando explicar que con el cocido iban bien servidas, "cocido its very mach, its everizin menos callos" les decía. Con lo que no pudo el hombre fue con la insistencia para maridar la comida con cava, no hubo manera de hacerlas ver que lo suyo era pedir vino de la casa. Y se comieron su cocidito madrileño en tres vuelcos con su botella de cava. Una anécdota de la que siempre me acuerdo cuando visito la taberna.
Mira que hay sitios en Madrid para comer un buen cocido, pero restaurantes con tanto encanto como este, pocos. Es el sitio ideal para llevar a amigos de fuera que vienen de visita, y el lugar perfecto para que tu madre compruebe que no solo ella hace un cocido de primera. Lo sirven en tres vuelcos: primero llega el camarero con un plato de fideos cocidos y el pucherito de barro; tras indicarte que te cubras la pechera con la servillleta (es que los salpicones son traicioneros, y peligrosos si llevas escote), vuelca el caldo del puchero en el plato. Cuando terminas la sopa trae el repollo y vuelca los garbanzos, y pone en la mesa un plato con guindillas en vinagre, cebolleta en juliana y salsa de tomate con cominos para acompañar la verdura (la salsita está rica rica). Por último sirve las viandas, esto es la carne, el choricillo y el tocino.

Guindillas en vinagre, cebolleta y salsa de tomate.
  • Algunos años he ido a Taberna La Bola sin reserva y la verdad es que nunca he tenido problemas. No obstante siempre es recomendable reservar (915.476.930).
  • El cocido individual cuesta 19€. Con bebidas y postres calcula unos 30€ en total por cabeza.
  • Bebe vino de la casa (lo sirven en jarrita), no seas turista.