Después de la triste desaparición de la Sidrería Corripio (situado en el número 102 de la calle de Fuencarral) lloré tanto que prometí no volver a comer empanada en los alrededores de la Glorieta de Bilbao. En realidad lo que echo de menos es su empanada de chorizo y los chatos de sidra, y su ambiente de bodega de las de antes. Nadie ha vuelto a igualar aquella oferta de trozo de empanada y chato de vino alegre 1,30€.
Pero no soy capaz de resistirme a una buena empanada casera, y he seguido buscando por los bares de los alrededores aún sabiendo que no iban a hacer sombra a la de Corripio. La de Sidrería La Camocha (C/Fuencarral 95 y C/Fuencarral 114), con masa casera "tipo pan", está rica. Es de pimientos con pancetita y choricito, y destaca por su grueso relleno. La porción de ración da perfectamente para picar dos personas. Eso sí, hay que preparar un poco más de 5€. Oye, y que si uno se queda con ganas de más siempre se puede degustar un bollo preñau, o una ración de queso de cabrales, que en este bar siven en bolas como las de los helados, siendo el responsable además del perfume que ambienta el local y que se percibe nada más entrar.
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Así era Corripio, bodega de las de antes. |
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