Mira que tenía ganas de comer en Tandoori Station (C/José Ortega y Gasset 89), que me pilla de paso, y así de paso probar la comida india. Nos decidimos por el menú del día (que dice tanto de los restaurantes del Barrio Salamanca....es como la prueba de fuego), y nada más tomar asiento surgió el primer obstáculo: nos dieron directamente la carta y tuvimos que volver a "chistar" al camarero y pedir la del menú. No entiendo esta práctica tan extendida y tan habitual en el citado barrio, en la puerta anuncian con carteles enormes (les falta ya poner neones) que tienen menú del día pero cuando entras te obligan a humillarte y pedir el menú barato (barato barato no, desde luego, porque 13,5€ no es barato, pero ya es como que te rebajas).El menú permitía elegir entre: dos entrantes (Samosa o Shami Kebap, es decir empanadillas o hamburguesas de cordero), dos principales (Murg Tikka Massala o Sabzi Noratan, pollo o verduras), dos acompañamientos (Pulau o Plain Naan, es decir arroz o pan) y postre o café, y una bebida. Como íbamos dos, pedimos las cuatro cosas que se podían pedir con los dos acompañamientos posibles. Y de beber, cerveza of course. Y el resultado fue el siguiente:
- La cerveza fue media caña, más bien como un zurito servido en copita.
- El platillo de entrantes, con dos samosas y dos kebaps, no ocupaba más que un plato de postre.- Los principales vinieron servidos en unos cuenquitos con asas: la ración de verduras al curry equivaldría a algo menos de medio plato de menestra, y la ración de pollo a una pechuga pequeña.
- El plato de arroz basmati, eran dos cucharadas, no más.
- Lo único "abundante" fue el pan, que por cierto estaba delicioso.
- Yo elegí postre, pero a mí no me dieron a elegir: me trajeron un platillo-degustación con un trocito de pastel de zanahoria (Gajar Halwa) de tamaño algo mayor que un sugus, y una bolita de bizcocho borracho (Gulab Jamun). Ah, bueno, y adornando el plato una bolita de nata con un hilo de sipope. [No exagero, de verdad, sino mira la foto de al lado donde la cuchara- que si la miras deprisa da la idea de que es sopera- era de las de café, no ya de las de postre que son un poquillo más grandes...sino de las de café para taza pequeña... Y eso por no hablar ya del mini plato, que parecía de las cocinitas de cuando yo era pequeña].Conclusión: Menú liliputiense por 13,5€. Con esto te quedas diciendo...qué aperitivo más caro, ¿no?
Pero, si no hubiera habido algo bueno en esta experiencia no hubiera osado escribir sobre este sitio en mi blog. A pesar de lo que hayas leido antes, el sitio merece la pena precisamente por lo que he dicho antes: por su menú del día.
- Los ingredientes, todos de primera calidad, y eso se nota nada más probar el Shami Kebap. Con los sitios turcos de comida rápida estamos cogiendo una idea de la carne de cordero picada/especiada que no es la real.
- Aunque ofertan recetas adaptadas al gusto español, es decir, justamente especiadas y sin subidón de curry, la mayoría de los platos (me fijé durante el breve tiempo que tuve en mis manos la carta) siguen recetas originales muy picantes.
- La salsas están muy elaboradas, se nota la cocina a fuego lento (y esto se paga, claro).
- Los postres deliciosos, lo justo para compensar el picante del curry.
- El local es muy acogedor, con un toque chic-moderno.
Lo que está claro es que este tipo de resturantes deberían abstenerse de ofrecer menú del día. Es difícil renunciar a un reclamo tan tentador para atraer hambrientos comensales, pero aún lo es más saber ajustar la calidad y cantidad del producto sin superar la media de precio de la zona.
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