Una de mis máximas para el fin de semana es aprovechar a tope el sábado, y esto incluye descubrir algún bar nuevo. La verdad que pocas veces ha salido tan redonda la cosa como el sábado pasado.
A primera hora de la tarde disfruté de lo lindo en uno de los eventos frikis que parece se está consolidando en la capital, el Japan Weekend. La verdad es que a Madrid le queda bastante que recorrer todavía respecto a eventos “japonoides” de este tipo, pero pensar que esta ha sido la segunda edición y que ha tenido una respuesta pasmosa por parte del público, es algo que demuestra que a los madrileños nos gusta hacer cosas diferentes. Eché en falta la participación de algún colectivo japonés (pensar en la colaboración de la embajada es apuntar muy alto) que diera una orientación diferente al evento, más hacia la cultura nipona o al turismo. En este sentido las conferencias por parte de PortalJapon.com se quedaron cortas, y el evento fue más un mercadillo temático sobre cómic que otra cosa. A pesar de ello mereció mucho la pena ir y me resultó muy divertido.
A primera hora de la tarde disfruté de lo lindo en uno de los eventos frikis que parece se está consolidando en la capital, el Japan Weekend. La verdad es que a Madrid le queda bastante que recorrer todavía respecto a eventos “japonoides” de este tipo, pero pensar que esta ha sido la segunda edición y que ha tenido una respuesta pasmosa por parte del público, es algo que demuestra que a los madrileños nos gusta hacer cosas diferentes. Eché en falta la participación de algún colectivo japonés (pensar en la colaboración de la embajada es apuntar muy alto) que diera una orientación diferente al evento, más hacia la cultura nipona o al turismo. En este sentido las conferencias por parte de PortalJapon.com se quedaron cortas, y el evento fue más un mercadillo temático sobre cómic que otra cosa. A pesar de ello mereció mucho la pena ir y me resultó muy divertido.

Y apostamos por el primero que vimos con sitio en barra, en el número 134 del Paseo de Extremadura: El Bar Arias. Al pedir las dos cañas el señor puso de tapa un mini-plato de patatas bravas…y madre mía ¡qué salsa!


.
Bar Arias: Pº de Extremadura 134, Madrid.
Estoy deseando tomarme unas bravitas, si encima dices que la salsa te parece buena es que, sin duda, lo es.
ResponderEliminarSimplemente el color que tiene...me está entrando un hambre...
Un abrazo guapa,
Fer.
Tengo que llevarte a mi exbarrio, hay un local con fama añeja respecto a las bravas y ya hace que no paso por allí y debería...
ResponderEliminarIgual lo has oido nombrar: Docamar.
Hala
Hommmmbreeee el Docamar es un sitio mítico...pero te quieres creer que todavía no he probado sus bravas!!??
ResponderEliminarUn día me llevas y ya de paso planeamos la ruta de las croquetas. Bsos